martes, 29 de enero de 2013

La religión es el opio de los pueblos..

En su origen la práctica y la organización de la Iglesia Cristiana no podía ser más sencillas. No había tantas divisiones ni complicados mecanismos de jerarquía como ahora.
El grupo de discípulos y seguidores de Jesús se agruparon, después de su muerte, con la idea de formar algún tipo de organización, ya sea porque encontraban entre ellos algún tipo afinidad de índole espiritual o porque simplemente no sabían que rumbo tomar.
Vivían además de manera muy particular, como lo dice Hechos 2:46, "Y perseveraban unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón."

A medida que el movimiento cristiano fue creciendo, se hicieron necesarios otros tipos de organizaciones para la Iglesia, un tanto más complejas, pero no menos democráticas, con el fin de adaptarse a las necesidades locales de cada grupo.
Mientras más se adentraban los cristianos a los grandes centros del imperio romano, la Iglesia, en su afán de conquistar todo para Cristo, fue mutando de estructura, empezando a aparecer dentro de ella "funcionarios jerárquicos" y estructuras casi calcadas a las del gobierno civil imperial.

Fue así, y por otros sucesos históricos más complejos que, poco a poco, una parte no menor de la cristiandad fue vinculándose más y más con Roma cumpliéndose con un principio que hoy se da por sabido, pero en su momento no se vio tan claramente, "Cuando a través de los siglos una institución religiosa ha sido favorecida con privilegios y riquezas, se irán formando alrededor de ella intereses materiales, que tienden a hacerla olvidar su misión espiritual", formándose de esta manera una Iglesia que no miraría con simpatía a los movimientos populares que amenazarían el status quo con bruscos cambios que harían peligrar los intereses y privilegios de las jerarquías.

Y con esto no me refiero exclusivamente a la Iglesia Católica Romana de hoy, sino también a algunos de los movimientos cristianos actuales, que de una u otra forma han perdido el espíritu sencillo inicial de la primera iglesia, ponderando la conformación de estructuras jerárquicas eclesiásticas aún sobre el mensaje de Cristo, haciendo que el medio usurpe al fin, que el cuerpo se trague al espíritu.

Relacionado a los movimientos cristianos encontramos y encontraremos siempre 2 corrientes enfrentadas, la sacerdotal y la profética. El profeta es trastornador, insiste en que se ponga primero lo primero, da mayor importancia a lo interior que a lo exterior y surge si llega a suceder que los sacerdotes de Dios han desformado para mal a las enseñanzas. El sacerdote es más conservador, amante del orden y de lo tradicional, pondera el pasado y el hecho de mantener las cosas como están, es ejemplo en lo que respecta a las actividades litúrgicas.

La actitud de Jesús frente a las autoridades religiosas judías de su época fue la de un revolucionario, constantemente ponía en tela de juicio las cosas hechas por mera tradición heredada y repetidas veces condenó los conceptos comunes y corrientes que se tenían de Dios y de la moral, enseñando que en ocasiones la respuesta es revelarse contra el orden injusto establecido, pero revelarse con medios nobles y por un un fin constructivo.

Esta lucha entre lo sacerdotal y lo profético aparece con frecuencia en el Antiguo Testamento y se muestra como una puja existencial entre el hacer cosas exteriormente para intentar agradar a Dios y entregarle de verdad el corazón y la obediencia a Él.
Algunos versículos relacionado con esto son:
  • Jeremías 7:22-23: "Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto. Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios.. "
  • 1 Samuel 15:22: "¿Se complace Dios tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a sus palabras?  Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios.. "
  •  Oseas 6:6: "Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos. "
Y hay muchos otros versículos, pero el énfasis es el mismo, Dios se agrada de personas que lo busquen conocer sinceramente y resistan a la tentación de olvidar las exigencias morales de sus creencias sustituyéndolas por ritos y ceremonias, ya que estos últimos son fáciles de cumplir y se limitan a realizar actividades ciertos días, en ciertos momentos y en ciertos lugares (El templo generalmente). Pero los "deberes cristianos" no son sólo aquellos que se cumplen el templo. Los más importantes son los que se cumplen en el hogar, en la universidad, en el trabajo, en las actividades políticas y comerciales, etc.


Una vez hecha esta introducción vamos al grano. La frase "La religión es el opio de los pueblos", que ha sido muy malintencionadamente interpretada a lo largo de la historia, se hizo popularmente conocida a través de Marx, aunque él no haya sido el primero en realizar esta analogía.

Para los que no saben (Como yo que tuve que googlearlo) el opio es una mezcla de sustancias con efectos sedantes, así que lo que está diciendo Marx es algo así como "La religión adormece los sentidos y las reacciones del pueblo".
Seguramente les ha llegado la noción de que "El marxismo ha sido tradicionalmente opuesto a todas las religiones.", sin embargo, y no es que mi intención sea el defender las ideas de Marx, para disgusto de muchos ateos/escépticos esta frase no expresa esto en realidad.

Para comprender mejor el hecho basta conocer sólo un poco del discurso que predicaba la religión oficial contemporánea y coetánea a Marx, que era algo así: "Es verdad que los aristócratas los pisotean, que los capitalistas los explotan, que las autoridades los tiranizan, pero tengan paciencia, después de la muerte les espera otra vida mejor, ésta sólo dura un poco más, la otra es eterna, y entonces, ustedes serán libres y ellos serán esclavos, ustedes reinarán y ellos serán sus súbditos."
Mmm.. Vistas las cosas de esta manera me da la impresión de que la frase  "La religión es el opio de los pueblos." es un tanto suave, porque es terrible pensar que, cuando la gente del pueblo agobiada por los altos impuestos, provocadas por los malos tratos,  indignadas por las injurias y las tiranías pensaba en levantarse contra tales repulsivas y odiosas condiciones eran los mismos representantes de la religión los que salían a amedrentarlos, amenazándoles con expulsarlos de sus iglesias y sus cementerios y asustándoles con castigos horribles y eternos.

¿No merecía este tipo de religión ser llamada opio abominable del pueblo? ¿No hace algo similar la Iglesia Cristiana hoy en día? (Quizás no tan violentamente), pero ¿No se subyuga a la gente con ideas como "Soporta todos los males, deja todo como está, Cristo viene pronto"?

En mi opinión todo este tipo de religión, además de ser totalmente antibíblica, es un verdadero opio para el pueblo.

Pero como vimos en la introducción, mezclada con la falsa, siempre existió y existirá una verdadera religión, la que nos dejó Cristo, la que Él vivió, que no adormece a quien la profesa, sino todo lo contrario, le despierta, abre sus ojos a la realidad, la que da fuerzas a los débiles para ser instrumento de Dios y propiciar bienes a los demás aún en contra de los poderosos, sean externos o internos a la Iglesia.


Y para descomprimir, hay varios que dicen que la religión ya hace tiempo que tiene competencia, en esto de ser opio del pueblo.. :P